Déjame que intente adivinar qué es lo primero o una de las primeras cosas que haces cuando te levantas. Estoy casi seguro que consultas tu móvil. No es difícil adivinarlo.

Desde el mismo momento que ponemos un pie en el suelo, nuestra atención se ve comprometida hacia algo que no hemos elegido nosotros conscientemente. Ha llegado un momento en el que ya no somos libres de decidir a qué le prestamos atención. Nos dejamos llevar por los impulsos dopamínicos ansiosos que no nos dejan parar a pensar qué es lo que es realmente útil y lo que no. Nos hemos acostumbrado a consumir grandes cantidades de información sin parar, alimentando y haciendo cada vez más grande el monstruo de la ansiedad por seguir llenando nuestro cerebro de estímulos.
Y en todo esto tiene que ver el uso de las (no tan) nuevas tecnologías. Se han diseñado con el firme propósito de robarnos algo tan nuestro como la atención. Yo mismo, en este momento te estoy robando un trocito de la tuya. Aunque en mi caso el fin no es venderte nada sino compartir contigo una serie de reflexiones y conocimientos que te pueden ayudar a que vuelvas a recuperarla para que seas capaz de usarla como a ti te convenga en cada momento. La realidad es que sin quererlo estoy en ahora mismo reclamando una parte de tu tiempo para que la dediques a algo que yo quiero. Aunque has sido libre de elegir leer este correo que te he enviado, la realidad es algo diferente. Y es muy bueno que hayas podido elegir.
En el momento en que no ponemos límites a lo que consumimos, empieza a decrecer nuestra capacidad de atender a lo que realmente importa: nosotros, tú. ¿Cuándo fue la última vez que te detuviste a pensar en cómo te sientes, en qué momento vital estás, si vives como te gustaría? O simplemente: ¿cuándo fue la última vez que estuviste sin hacer nada, mirando el paisaje y respirando? Esto suena muy bonito y utópico, pero piénsalo de verdad: ¿cuándo fue la última vez que estuviste tranquilo, en silencio y disfrutando de tu propia presencia? Quizá ni lo recuerdes.
Esto es una consecuencia de la pérdida de atención que estamos sufriendo. La alternancia entre aplicaciones, tareas, obligaciones, consumo de información desmedido y demás ladrones hace que cada vez seamos menos capaces de mantener ese nivel de concentración que necesitamos para desempeñar nuestro trabajo y en general para atender a nuestra vida como debemos. Nuestro rendimiento disminuye al mismo ritmo que el estrés y la ansiedad aumentan.
No somos conscientes de en que nivel nuestra atención ha sido mancipada. Sólo en el momento en el que te das cuenta de que no puedes estar ni un segundo sin hacer nada, sólo en ese momento, eres consciente de que eso no es normal. No es normal no ser capaz de sentarse a respirar sin estar tenso o tensa, sin sentir esa necesidad de moverse, mirar el móvil, o ver la televisión.
No voy a echar toda la culpa a la tecnología y al mundo actual. Nosotros tenemos una parte de responsabilidad en ello. Tu atención es tuya y puedes usarla como mejor te plazca. Por eso puedes empezar a trabajar en mejorarla, fortalecerla y conocerla. Tenemos las herramientas pero tu debes poner tu atención en usarlas para devolverte algo que te pertenece y que te han robado descaradamente.
Fortalece tu atención
Hay varias cosas que puedes hace hoy para recuperar tu atención poco a poco:
Reducir conscientemente tu consumo de información.
Establece un horario para mirar el móvil. No consultarlo durante la primara hora tras levantarte y dos horas antes de acostarte. Con eso al menos gana casi la mitad del día.
Dejar de leer las noticias. No, no es necesario estar informado de todo lo que ocurre en el mundo y menos con las informaciones tan segadas que recibimos hoy en día. No, no es necesario. Rara vez consulto los periódicos o las noticias y no, no lo necesito.
Fortalecer la atención.
Una solo cosa a la vez. Nos hemos acostumbrado a lavar los platos viendo un vídeo. A trabajar mientras escuchas un podcast, a viajar en metro mientras lees, a correr con tu música favorita, a mirar el móvil mientras estas esperando en la consulta del médico… Y eso está muy bien, yo mismo utilizo a veces ese tiempo para leer o escuchas música pero puedes utilizarlo también para trabajar en fortalecer el músculo de la atención simplemente centrando tu atención en eso que estás haciendo. Lavar los platos concentrándote y recreándote en el agua, el jabón o la temperatura; mientras vas en el autobús o el metro ir observando el paisaje o a la gente, al salir a correr centrarte en tus sensaciones y en tu respiración y así con todo lo que hagas.
Ahora te toca a ti empezar a recuperar tu atención.
Un abrazo,
Carlos.
REFLEXIONAR
«La atención en la base de la mente. Al entrenerla, podemos transformar nuestras vidas».
— Alan Wallace, The Attention Revolution.
POR SI TE LO PERDISTE
MICRO-HÁBITO DE LA SEMANA
Esta semana te propongo que trabajes en fortalecer tu atención. Esta será tu rutina diaria:
10 minutos de mindfulness o meditación Vipassana. Solo tienes que sentarte, cerrar los ojos y concentrarte en tu respiración.
5 minutos de quietud. No hacer nada. Mirar al horizonte o a un punto fijo.
Concentración consciente. Deberás concentrarte profundamente en lo que estás haciendo. Si estás lavando los platos, sólo lava los platos. Si estás leyendo, solo lee. Si estás paseando, solo pasea. Sin ningún otro tipo de actividad. Sin música, televisión, móvil o radio de fondo.
Practícalo durante una semana y me lo cuentas.
PARA ESCUCHAR
Estoy leyendo El guerrero a la sombra del cerezo de David B. Gil. Una historia de samurais ambientada en el Japón feudal y me ha venido a la cabeza este tema:
Y si quieres leer las ediciones anteriores puedes hacerlo descargándote la app aquí.
El Metodo Slow es una ‘newsletter’ sencilla para leer tranquilamente. Está escrita desde mi cabeza y mi corazón para aportar valor a tu vida. Son pequeñas píldoras semanales sobre todo lo que he aprendido y lo que he sigo aprendiendo para lograr una vida mejor. Un complemento a lo que escribo en el blog para que lo consumas con calma. Quiero que te aporte valor. Pequeños conceptos pero muy valiosos. Además, he seleccionado cuidadosamente los recursos que te propondré teniendo en cuenta la calidad y el grado de valor. No me gusta perder el tiempo con cosas que no aportan nada.
Cero ruido.
Menos es más.
Hola! Qué precisos tus consejos y qué necesarios. La atención se me escapa.
En la mañana, puedo vivir sin ver el móvil una o dos horas. Pero no consultarlo dos horas antes de dormir... y sé que necesito esas dos horas para bajar el ritmo y descansar como debe ser. Dos horas.
Lo intentaré, pero ya será mañana porque hoy no fue.
Establecer límites concretos al móvil al levantarte y antes de dormir es una gran ayuda para crear espacios de concentración. Y practicar una sola tarea sin distracciones es algo que fortalece la atención y puede incluso reducir el estrés sin complicaciones.
Te dejo este post que puede complementar:
https://elmapadelcambio.substack.com/p/conectados