Aprende a gestionar e identificar el estrés antes de que tu mundo explote
Un pequeño manual de autoconocimiento.
Vivir no es fácil. Es fascinante, pero en ocasiones se vuelve difícil. La dificultad depende en gran medida de las expectativas personales, de nuestras ambiciones y de nuestras necesidades autoimpuestas. Las circunstancias, los hábitos y las creencias juegan, también, un papel fundamental. Pero, ¿por qué unas personas se estresan bajo determinadas circunstancias y, otras, en cambio, no lo hacen bajo esas mismas premisas? La respuesta a esta pregunta siempre me ha intrigado.
Quizá parte de la respuesta venga dada por el tipo de educación y de cultura en la que hayamos vivido. Pero de lo que no hay duda es que hay momentos en los que los seres humanos nos estresamos en mayor o menor medida. Eso es algo que debemos interiorizar. Eliminar el estrés por completo de nuestra vida es casi imposible. Al menos en las vidas que la mayoría conocemos. Durante algunos periodos he intentado eliminar este estrés de una manera casi obsesiva. Fracasando en cada intento, como era de esperar. Tras este ensayo-error llegué a la conclusión que lo que hay que hacer es aprender a manejarlo y reducirlo de la mejor manera posible. Hay que aceptarlo y jugar con él. Para ello hay que desarrollar un amplio conocimiento de uno mismo para identificarlo a tiempo.
Has llevado tu cuerpo y tu mente al límite y estás notando las consecuencias. Es desagradable pero no es el fin del mundo. Nada es permanente, y las emociones tampoco.
Hay muchas cosas que podemos hacer para que el estrés intrínseco se reduzca y tengamos una sensación de más control y serenidad. No solo en la vida personal sino también en el trabajo diario. El cambio de mentalidad es clave para conseguirlo. Creencias obsoletas gobiernan nuestra vida desde que nacemos y esto nos arrastra durante los años.
Una persona estresada se identifica rápido: es nerviosa, hiperactiva, ansiosa… Esto ha sido como una seña de identidad de alguien muy ocupado y que hace muchas cosas, demasiadas. Hasta ha sido un símbolo de persona productiva y de éxito. Pero también es signo de una mala salud. Afortunadamente esto ha cambiado. Está cambiando. El estar enfocado, centrado y con el nivel adecuado de estrés es ahora símbolo de dominio personal y de ultraproductividad.
El Método Slow es una newsletter para leer tranquilamente. Sin prisa.
Todas las semanas tu dosis de productividad y desarrollo personal. Solo valor. Cero ruido.
Todo lo anterior exige que trabajemos en nosotros mismos y en querer mejorar. Sin trabajo interno no hay resultados, y sin resultados no hay cambio.
Estas tres cosas me han ayudado a trabajar estos aspectos:
Desconexión periódica. Cada cierto tiempo, dos o tres meses, o cuando veo que han pasado muchas cosas y tengo que poner mi mente de nuevo en el camino, hago una pequeña parada vital. Consiste en hacer un descanso, sobre todo mental. Paro todo en lo que estoy involucrado tanto física como mentalmente y me dedico a reflexionar como va mi vida en general. Familia, trabajo, objetivos personales, cómo me siento, qué tengo que eliminar, qué debo mantener y qué tengo que cambiar. Cojo mi libreta y durante algunos días escribo y vuelco todo mi mundo para no perder el rumbo. De allí salen cosas buenas. Para ello, intento hacer una limpieza mental dejando de leer, consumir información y haciendo descansar mi mente. No lo hago coincidir con comienzo de proyectos, o en mitad de una preparación para una carrera, por ejemplo. Espero a que haya un momento de relativa calma para no tener asuntos pendientes. Profundizaré en esto en otros artículos.
No sobredimensionar los problemas. ¿Es verdaderamente un problema importante? ¿Lo estoy llevando demasiado lejos? Estas dos cuestiones te pueden sacar de mas de un apuro.
Bajar el nivel. Bajar las expectativas. Se trata de disfrutar. Cuanto más altas las tengas más tensión generarás. Es bueno y sano tener objetivos, pero objetivos realistas y motivantes. ¿Qué objetivo estas peleando ahora mismo que te genera una tensión excesiva? ¿Es un objetivo tuyo o en realidad es de otra persona? ¿Es algo que sientes y te motiva realmente? No hay que hacerlo todo. Hay que centrarse en lo que a uno le llena.
Aprender a meditar/respirar/concentrarse. Las técnicas de concentración son realmente poderosas. Afortunadamente ya tenemos varios estudios que así lo corroboran, y aprender alguna de estas técnicas no hará que desaparezca el estrés mágicamente pero son una fuente de conocimiento interior y de ayuda para mantener el control, y en consecuencia, la calma. Tal y como revela este estudio1 en el que se revisaron varios estudios empíricos, el entrenamiento en mindfulness esta asociado a una buena salud psicológica y nos genera unos efectos psicológicos positivos.
Implementar y desarrollar mi productividad personal. Sin duda alguna este fua el mayor paso hacia mi reducción de estrés en mi trabajo. Cambiar hábitos, mejorar mi organización personal, mantener un sistema fiable, sencillo y potente que me permitiera liberar mi mente y centrarme en trabajar fue determinante. Puedes empezar por hacer una lista de tareas y por implementar la revisión semanal. El resto, quédate por aquí y te hablaré de ello.
Y ya sabes que si conoces a alguien que le pueda venir bien leer esto eres libre de reenviarle el enlace a esta publicación.
Un fuerte abrazo.
Carlos.
REFLEXIONAR
«Nadie dijo nunca que cumplir nuestro destino iba a ser fácil.»
- Ryan Holiday.
TE PUEDE INTERESAR
El mejor curso de Midfulness gratuito que puedes encontrar hoy en día basado en el programa fundado por Jon Kabat-Zinn en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts. Además en español. Link.
MICROHÁBITO DE LA SEMANA
Dedica cinco minutos al día a parar, cerrar los ojos y autoexplorarte. ¿Cómo te encuentras? ¿Qué sientes? ¿Debes desacelerar? ¿Estás enfocado?
PARA ESCUCHAR
Una de mis canciones favoritas de mi grupo favorito.
El Metodo Slow es una publicación sencilla para leer tranquilamente. Sin agobios, sin prisa.
Escrita desde mi cabeza y mi corazón para aportar valor a tu vida.
Pequeñas píldoras semanales sobre todo lo que he aprendido y lo que he sigo aprendiendo para lograr una vida mejor.
Un complemento a lo que escribo en el blog para que lo consumas con calma. Quiero que te aporte valor. Para eso cada texto está escrito intentando condensar el mensaje en pocas líneas.
Pequeños conceptos pero muy valiosos.
Además, he seleccionado cuidadosamente los recursos que te propondré al final de cada publicación teniendo en cuenta la calidad y el grado de valor. No me gusta perder el tiempo con cosas que no aportan nada. Cero ruido. Menos es más.